jueves, 22 de noviembre de 2012

Carmona

Carmona es un ejemplo de esos pequeños tesoros que tenemos cerca y que por ignorancia o por pereza no hemos disfrutado aún.

Estuve un fin de semana visitando esa preciosa ciudad y me encantó. Me encantó su historia, sus museos, sus calles, sus bares... me gustó todo.

Para empezar diré que en  mi caso, Carmona queda a una media hora de donde vivo, por lo que el viaje lo hicimos en coche y en realidad fue un paseo. Está situada entre Sevilla y Córdoba y hay autobuses desde las dos ciudades.

Desde Córdoba hay un autobús por la mañana y otro por la tarde, el precio de la ida y vuelta ronda los 16 euros. Desde Sevilla hay autobuses prácticamente cada hora y el precio es de unos 3€ por trayecto.

En cuanto al alojamiento, Carmona cuenta con numerosos establecimientos hoteleros. Desde pequeños hoteles con encanto hasta el Parador Nacional.

Yo me alojé en un hotel que antaño había sido un convento. Se llama El Rincón de las Descalzas y se encuentra en pleno centro histórico de Carmona. Es un hotel pequeño y precioso, cada habitación es única y puedes disfrutar también de la tranquilidad de sus patios interiores, de sus flores y el canto de los pájaro por la mañana. Lo que no me gustó del hotel fue que nos dieron la peor habitación. Interiormente estaba bien equipada pero estaba al lado de la cafetería y escuchábamos todo el ruido de los desayunos desde primera hora. Exactamente no es que estuviera al lado, sino que tenía una ventana que daba a la cafetería y sobre la puerta tenía una cristalera por la que entraba todo el sol por la mañana. Así que si os dan la habitación "Maitines" decid que preferís otra.

El hotel sólo sirve desayuno, que no está nada mal, pero también ofrece descuento en un restaurante de la ciudad para los clientes que quieran almorzar o cenar en él. De todos modos Carmona es una ciudad muy turística y encontraréis bares y restaurantes sin problemas. Están los de toda la vida con sus tapitas y sus platos y sus raciones... en fin... pero a mi me llamó mucho la atención una crepería que hay en la entrada del casco antiguo. Está muy cerca de la oficina de turismo, la veréis sin problemas. Sirven ensaladas y creps dulces y salados que están bastante buenos y bien de precio.

¿Qué tiene para ver Carmona? Pues un poco de todo. Simplemente pasear por sus calles merece la pena, además cuanta con varios edificios de gran interés artístico, así como museos, conventos,iglesias, la necrópolis romana, etc.

Lo que más me gustó de Carmona son las visitas gratuitas guiadas que hace el centro de recepción turística. A parte de informarte sobre todas las dudas turísticas que tengas cuando llegas a la ciudad, realizan también rutas guiadas totalmente gratuitas, lo que hay que pagar es la entrada a los sitios que lo requieran. Las iglesias son gratuitas, pero los museos y la entrada a algunos conventos hay que pagarlos, de todos modos, creo que la entrada más cara fue de tres euros. En total no te gastas ni 10 euros por persona. Sólo hay que ir por el centro de recepción turística y ver qué grupos hay libres para poderos inscribir.

Os voy a dejar la página de turismo de Carmona donde encontraréis toda la información turística, las rutas, los monumentos, planos de la ciudad y todos los datos de contacto.

http://www.turismo.carmona.org/turistavirtual.htm

También en la página del ayuntamiento podéis ver información sobre alojamientos y transportes entre otras cosas.

http://www.carmona.org/



PDT. No olvidéis probar la torta del inglés. Es el postre típico de la ciudad, lo podéis encontrar casi en cualquier establecimiento, pero si visitáis el convento, qué mejor que comprarlo hecho a mano por las monjas.









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